Esperanto

Esencia y futuro de la lengua internacional

II

¿Es necesaria una lengua internacional?

Zamenhof parolas Esta pregunta, por su ingenuidad, provocará la risa de las generaciones futuras, igual que nuestros contemporáneos se reirían por ejemplo de la pregunta ¿El Servicio de Correos es necesario? La mayoría del mundo inteligente ya encontraría esta pregunta totalmente superflua; no obstante, incluyo esta pregunta para ser consecuente con el hecho de aún existen muchas personas que responden a esta pregunta con no. El único motivo que algunas de estas personas añaden es éste: una lengua internacional destruiría a las lenguas nacionales y a las naciones. Confesamos cuánto nos hemos devanado los sesos y seguimos sin comprender en qué consistiría la desgracia para la humanidad si un buen día se viese que ya no existen las naciones ni las lenguas nacionales, sino que existe sólo una familia formada por toda la humanidad con una lengua de toda la humanidad. Pero supongamos que esto es efectivamente algo terrible y nos damos prisa en tranquilizar a estos señores.

Una lengua internacional desea simplemente dar a los hombres de diferentes pueblos, que conviven como mudos, la posibilidad de entenderse el uno al otro. Pero de ninguna manera pretende mezclarse en la vida interna de los pueblos. Temer que la lengua internacional destruya las lenguas nacionales es tan risible como temer que el correo, que da la posibilidad de comunicarse a los hombres apartados entre sí, ¡amenace impedir que los hombres se hablen con la boca! Lengua internacional y lengua mundial son dos conceptos totalmente diferentes que no debemos mezclar. Si supusiésemos que alguna vez los hombres se fundirían en un solo pueblo, de esta desgracia (como la llamarían los chauvinistas nacionales) no tendría la culpa la lengua internacional, sino las convicciones y opiniones unitarias de los hombres. Entonces efectivamente la lengua internacional facilitará a la humanidad la consecución de lo que antes se había de decidir por ellos como algo deseable; pero si el objetivo de unirse no nace de las propias personas, la lengua internacional por sí misma ciertamente no querrá imponer a las personas esta unidad. Soslayando la cuestión de la aspiración o no del chauvinismo nacional, haremos notar sólo que al objetivo de la lengua internacional no lo debe excluir ni siquiera el chauvinismo más ciego y caliente, pues la relación entre el objetivo de la lengua internacional, y el chauvinismo internacional es de la misma clase, al igual que el patriotismo nacional y el amor a la familia: ¿puede decirse que la ampliación de las comunicaciones y acuerdos recíprocos entre las personas de una misma tierra (objetivo patriótico) amenaza en algo a la familia? Por sí misma, la lengua internacional no sólo no puede debilitar a las lenguas nacionales, sino que al contrario, sin duda debe conducir a su gran fortalecimiento y pleno florecimiento: gracias a la necesidad de aprender diversas lenguas extranjeras puede uno raramente encontrase a personas que posean perfectamente su lengua materna, y las lenguas mismas, al empujarse entre sí, se confunden más cada vez, se amputan elementos y pierden su riqueza y encanto natural. Pero cuando todos nosotros debamos aprender sólo una lengua extranjera (y además muy fácil), todos tendremos la posibilidad de aprender su lengua a fondo, y todas las lenguas, al liberarse de la presión de muchas vecinas y conservar plenamente para sí misma todas las fuerzas de su pueblo, se desarrollarán pronto con más potencia y brillo.

El segundo motivo que alegan los enemigos de la lengua internacional es el temor de que como lengua internacional se elija posiblemente una de las lenguas nacionales y que entonces las personas no se acercarán entre sí recíprocamente, sino que un pueblo se extenderá y engullirá a todos los demás, gracias a la enorme fuerza que recibirá sobre ellos. Este motivo no carece de fundamento, pero puede alegarse sólo contra ésta o aquella forma inexacta de lengua internacional no pensada previamente. Este motivo pierde, evidentemente, todo su significado cuando volvemos nuestra atención al hecho de que una lengua internacional puede ser y será sólo una lengua neutral, como demostraremos más abajo.

Por consiguiente dejaremos de lado durante algún tiempo la cuestión sobre la posibilidad o imposibilidad de la introducción de una lengua internacional (sobre esto hablaremos más abajo) si suponemos que la introducción de esa lengua depende sólo de nuestro deseo y si exceptuamos el paso erróneo e irritante en la elección de la lengua, todos deben convenir que no puede haber ni la menor palabra en modo alguno sobre la inutilidad de la lengua internacional. Pero la utilidad que esa lengua traería al mundo es tan enorme y visible para todos que en realidad no haría falta hablar de ella. No obstante, diremos algunas palabras sobre esto, aunque sólo sea para que nuestro análisis sea completo.

¿Alguna vez habéis pensado sobre qué es lo que ha elevado a la humanidad a un nivel inalcanzable por los demás animales del mismo tipo que el hombre? Toda nuestra cultura y civilización la tenemos que agradecer sólo a una cosa: a la posesión de una lengua, que nos ha capacitado para intercambiar pensamientos. ¿Qué sería de nosotros, orgullosos reyes del mundo, si no nos pudiéramos comunicar lingüísticamente unos con otros, si toda la sabiduría e inteligencia tuviésemos que elaborarla desde el principio por nosotros mismos, en lugar de hacer uso —gracias al intercambio de pensamientos— de los frutos producidos por la experiencia de diversos saberes de todos los milenios de millones y de miles de millones de otros seres parecidos a nosotros? ¡No estaríamos ni un escalón más alto que esos distintos animales que nos rodean y que están tan desvalidos y no tienen ningún saber! Quitadnos los pies y las manos y lo que queráis, pero dejadnos el poder de intercambiar pensamientos, y seguiremos siendo los mismos reyes de la naturaleza, y constantemente nos perfeccionaremos; pero dadnos cientos de manos, dadnos cientos de sentidos desconocidos hasta ahora y quitadnos el poder intercambiar pensamientos: seremos estúpidas bestias desvalidas. Pero si la posibilidad incompleta y muy limitada de intercambiar pensamientos ha tenido para la humanidad un gran significado, ¡pensad qué enorme e incomparable utilidad daría a la humanidad la lengua que hiciese el intercambio completo de pensamientos, gracias al cual no sólo A tendría la capacidad de comprenderse con B, C con D, E con F, sino que todos ellos podrían comprenderse el uno con el otro! ¡Todo un centenar de grandes hallazgos no harían en la vida de la humanidad una revolución tan grande y bienhechora como la que haría la introducción de una lengua internacional! Tomemos algunos ejemplos pequeños. Intentamos traducir las obras de cada nación a las lenguas de las demás naciones; pero eso absorbe una cantidad improductivamente grande de trabajo y dinero, y sin embargo, a pesar de todo sólo podemos traducir la parte más insignificante de la literatura humana, y la enorme mayoría de la literatura humana, con su rica provisión de diversos pensamientos para todos nosotros, sigue inalcanzable. Pero cuando exista una lengua internacional, todo lo que aparezca en la región del pensamiento humano será traducido sólo a esta lengua neutral y muchas obras serán escritas directamente en ella, y todos los productos del espíritu humano podrá adquirirse por todos nosotros. Para la perfección de ésta o aquella rama del saber humano podremos organizar a cada paso un congreso internacional, pero qué papel miserable tienen cuando todos no pueden participar en él aquellos que podrían escuchar con utilidad, no los que quieren comunicar algo importante, sino sólo los que saben sólo chapurrear en varias lenguas. Nuestra vida es corta, y la ciencia es amplia; ¡debemos aprender, aprender, aprender! Al aprendizaje podemos dedicar sólo una parte de nuestra corta vida, a saber nuestros años de infancia y juventud; pero ¡ay, una gran parte de este tiempo tan caro se va en un aprendizaje improductivo de lenguas! ¡Cuánto ganaríamos si gracias a la existencia de una lengua internacional todo el tiempo, que ahora dedicamos al improductivo aprendizaje de lenguas, lo pudiésemos dedicar al aprendizaje de las ciencias efectivas y positivas! ¡A qué nivel se elevaría la humanidad..!

Pero no hablaremos más de este punto, puesto que todos los lectores están relacionados con alguna forma de lengua internacional, dudo si se encuentra entre ellos ni siquiera uno que dude de la utilidad misma de esa lengua. Pero porque muchas personas que no tienen la costumbre de darse un cálculo preciso de sus simpatías y antipatías, parecen normalmente que no aprueban esta o aquella forma de la idea, ineludiblemente deben atacar la misma idea en su totalidad; por eso, por lo sistemático de nuestro análisis, les pedimos a toldos los estimados lectores que ante todo anoten bien en su memoria que sobre la utilidad de la lengua internacional en su totalidad —si se introduce— no duda. Memoricen, señores, la primera conclusión a la que hemos llegado, tomen nota y memoricen que están de acuerdo con esta conclusión, a saber:

La existencia de una lengua internacional, por la que se podría comprender entre sí las personas de todos los países y pueblos, traería a la humanidad una utilidad enorme..

¿Es posible una lengua internacional?



  1. Introducción: lo que no se creerá en el futuro.
  2. ¿Es necesaria una lengua internacional?
  3. ¿Hay esperanza de que se introduzca en la práctica alguna vez?
  4. ¿Alguna vez se introducirála lengua internacional;?
  5. Cuándo y en qué manera vendrá.
  6. Características del Esperanto: es enormemente fácil.
  7. Características del Esperanto: la perfección del Esperanto.
  8. ¿Qué lengua artificial se introducirá en el uso común?
  9. ¿Aparecerán otras lenguas artificiales más adecuadas que el Esperanto?
  10. ¿Qué hacer ahora?

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