Esperanto
Esencia y Futuro de la lengua internacional
IV:
�Alguna vez se introducirá una lengua internacional?
�Se introducirá la lengua internacional alguna vez? Si venimos a la conclusión de que una lengua internacional traería a la humanidad una gran utilidad y que su existencia es posible, de todas estas conclusiones ya por sí misma fluye la conclusión de que esa lengua se introducirá, incuestionablemente, alguna vez, puesto que de otro modo deberíamos negar que la humanidad carece de la más elemental inteligencia. Si una lengua que puede desempeñar el papel de internacional no existiera hasta ahora, pero debiera crearse, entonces la respuesta sobre la pregunta planteada al comienzo de este capítulo sería dudosa, pues no sabríamos todavía si se podría crear esa lengua. Pero ahora sí que sabemos que existen muchas lenguas así, y que todas, en caso necesario, podrían definirse como internacionales, pero con la diferencia que una de ellas sería más adecuada que las demás para ese objetivo, y otras lo serían menos. Tenemos por lo tanto todo dispuesto, y necesitamos sólo desear y elegir. Y en ese caso la respuesta a la pregunta planteada más arriba no podría ser dudosa. Los hombres viven conscientemente, y sin cesar tienden a su beneficio; por ello si sabemos que este o aquel asunto promete a los hombres una utilidad enorme e indudable y no es inalcanzable para ellos, siempre con plena certeza podemos predecir que ese momento en que los hombres desde el momento en que dediquen su atención a este asunto, intentarán con creciente obstinación conseguirlo y no cejarán en su empeño hasta que consigan su objetivo. Si dos grupos humanos están separados por un río, pero saben que para ellos sería muy útil comunicarse y ven que hay al alcance de su mano maderas para poder unir ambas orillas, no hay que ser profeta para prever con plena certeza que tarde o temprano se utilizarán esas maderas para organizar el cruce del río y la comunicación será establecida para siempre. Es verdad que pasa siempre algo de tiempo de indecisión, y esa indecisión ordinariamente está causado por los pretextos más peregrinos: los sabios dicen que el objetivo de comunicar es pueril, porque ninguno de ellos se ocupa de al colocación de maderas a través del río, y este asunto no está de moda; los expertos dice que los antepasados no pusieron maderas en el río, y por lo tanto ello es una utopía; los eruditos demuestran que la comunicación puede ser un asunto natural y que el organismo humano no puede moverse sobre maderas, etcétera. No obstante, tarde o temprano las maderas se ponen y la comunicación se establece. Así fue siempre para todas las ideas útiles, así también fue para los pensamientos útiles: apenas las personas desprejuiciadas llegaron a la conclusión evidente de que el asunto en cuestión era muy útil y a la vez muy fácil de llevar a cabo, pudieron siempre saber de antemano con plena certeza que tarde o temprano el asunto indefectiblemente sería aceptado a pesar de las zancadillas de los amantes de la rutina; porque esto lo garantiza no sólo la inteligencia natural de la humanidad, sino también su tendencia a su bienestar práctico y aprovechamiento. Esto pasará también con la lengua internacional. Durante muchos siglos los hombres, todavía sin necesitar una lengua internacional, no pensaron sobre esta cuestión; pero ahora, cuando el hombre ha comenzado a convencerse que una lengua internacional le traerá una enorme utilidad y que se puede llevar a cabo, sin ninguna clase de duda tenderá a ella siempre cada vez más, pues su necesidad se hará cada día más evidente para ellos, y ellos no se tranquilizarán hasta que la cuestión se resuelva. �Acaso se puede dudar esto? �Ciertamente no! Cuando esto llegue �no pretendemos predecirlo: puede ser que llegue dentro de un año, dentro de diez, dentro de cien o quizá tras algunos siglos�, pero un asunto es indudable: que todo lo que tengan que sufrir los pioneros de esta idea, e incluso si esta idea se duerme durante décadas completas, nunca morirá: siempre volverán a sonar obstinadamente voces que exijan la introducción de una lengua internacional, y finalmente, tarde o temprano (si la cuestión no la resuelve la propia sociedad), los gobiernos de todos los países deberán ceder, organizar un congreso internacional y elegir una lengua internacional. Aquí puede estar sólo la cuestión del tiempo: algunos de vosotros diréis que esto vendrá muy pronto, otros diréis que llegará sólo en un futuro lejano; pero que este hecho llegará algún día, y que la humanidad, al ver la enorme utilidad y al mismo tiempo la disponibilidad de una lengua internacional, no permanecerá eternamente indiferente ante este asunto ni seguirá siendo un conjunto de seres individuales que no se comprenden el uno al otro: de todo esto ciertamente ninguno de vosotros duda ni un momento. Os pedimos que anotéis en la memoria la tercera conclusión a que hemos llegado, es decir: Tarde o temprano se introducirá indefectiblemente una lengua internacional. Aquí haremos una gran pausa para decir algunas palabras sobre nosotros, los que luchamos por la idea de una lengua internacional. De todo lo demostrado por nosotros, veis que no somos esos fantasiosos y utópicos que muchos de vosotros habéis visto en nosotros, y como nos pintan en muchas revistas, al no desear entrar en la esencia de lo que nos mueve. Veis que luchamos por un asunto que traerá a la humanidad un enorme utilidad y que tarde o temprano se conseguirá. Toda persona prudente puede por lo tanto unirse a nosotros con valentía, sin temer las burlas de la masa ignorante e insensata. Luchamos por un asunto totalmente madurado y cierto, y por eso ninguna burla ni ataque nos desviará del camino. El futuro nos pertenece. Supongamos incluso que esta forma de lengua internacional por la que luchamos, en un futuro se ve que es errónea y que la futura lengua internacional no es ésta que hemos elegido �aunque esto está claro que no nos debe confundir, puesto que no luchamos por la forma, sino pro la idea, y la forma concreta que hemos dado a nuestro afán es tal porque las batallas abstractas y teóricas normalmente no conducen a ninguna parte�. Más adelante demostraremos que incluso esta forma concreta de la lengua está meditada y madurada, y tiene un futuro indudable; pero incluso si dudáis de eso, la forma no nos condiciona nada en absoluto: si esta forma se revela errónea, mañana la cambiaremos, y en caso de necesidad pasado mañana la volveremos a cambiar, pero lucharemos por nuestra idea tanto tiempo, hasta que tarde o temprano se lleve a efecto plenamente. Si nosotros, obedeciendo a la voz del egoísmo indiferente, nos detuviésemos en nuestro trabajo sólo porque con el tiempo la forma de lengua internacional pueda ser otra de la que conocemos, esto significaría lo mismo que, por ejemplo, renunciar a la fuerza del vapor porque después se puede encontrar otro medio de comunicación mejor, o rechazar una mejoría en el gobierno porque después se puede encontrar otra forma mejor de construcción del país. Ahora aún somos débiles y cualquier mozalbete se puede burlar de nosotros y señalarnos con el dedo, pero ríe mejor el que ríe el último. Nuestra causa marcha lentamente y con dificultades; puede ser muy posible que la mayoría de nosotros no viva ese momento en que se muestren los frutos de nuestra actuación y que hasta la muerte misma seamos objeto de mofa; pero iremos a la tumba con la conciencia de que nuestra causa no morirá, que no puede morir nunca, que tarde o temprano debe alcanzar el objetivo. E incluso si, cansados del ingrato trabajo, con desesperación y apatía dejásemos caer las manos, daría igual, la causa no morirá: en lugar de los agotados luchadores aparecerán otros nuevos, pues de nuevo repetimos que si está fuera de duda que una lengua internacional traería a la humanidad una gran utilidad y que está a nuestro alcance, en ese caso para ningún hombre que no esté cegado por la rutina puede existir duda de ninguna clase de que a la corta o a la larga esto se conseguirá, y nuestra labor constante será para la humanidad un recordatorio perenne, hasta que la idea de la lengua internacional se lleve a efecto. La posteridad bendecirá nuestra memoria, y a esos sesudos varones que ahora nos llaman fantasiosos, se les relacionará de igual manera que ahora relacionamos a los sabios contemporáneos del descubrimiento de América, del diseño de vehículos a vapor, etcétera.
- Introducción: lo que no se creerá en el futuro.
- �Es necesaria una lengua internacional?
- �Hay esperanza de que se introduzca en la práctica alguna vez?
- �Alguna vez se introducirá la lengua internacional;?
- Cuándo y en qué manera vendrá.
- Características del Esperanto: es enormemente fácil.
- Características del Esperanto: la perfección del Esperanto.
- �Qué lengua artificial se introducirá en el uso común?
- �Aparecerán otras lenguas artificiales más adecuadas que el Esperanto?
- �Qué hacer ahora?
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